Una verdad común.

Los filósofos eran los científicos de la antigüedad, a falta de datos experimentales usaban y se fiaban de la increíble facultad que es la intuición. La intuición, voz interior o voz de la conciencia llega al conocimiento de la verdad sin el proceso inductivo o deductivo de la razón. Así el hombre primitivo en el momento que empezó a tomar conciencia de si mismo comenzó a plantearse preguntas y a cuestionar el mundo que le rodeaba y sin ninguna idea preconcebida, sin ninguna enseñanza anterior, todas esas cuestiones que rondaban en su mente eran producto de su intuición. Hay que maravillarse de que las intuiciones que han tenido a lo largo de las historia en diferentes épocas y lugares lejanos entre si los grandes hombres iluminados, llámense chamanes sacerdotes etc... Pensamientos e ideas a fines en todo el planeta, en diferentes épocas y en religiones diversas, prueba el origen único de todas estas ideas: la intuición o revelación. Que estas ideas intuiciones sean prácticamente iguales en todas las culturas, que el concepto delo que llamamos dios sea en su base idéntico en todas ellas, puesto que alcanzan la verdad, la verdad no puede ser más que una. Ahora lo malo es que las religiones se han vuelto ritualistas, el rito ha llegado ha ser más importante que los conceptos; en estas religiones se esta dando más importancia al rito, los símbolos que el concepto primario que es la espiritualidad. Los conceptos para ser entendidos por las masas se materializan utilizando símbolos e imágenes que han sustituido el concepto original. Olvidando la espiritualidad, haciendo ritos se tergiversa normalmente el concepto y se traslada la espiritualidad al mundo de la materia, muchas palabras distorsiona la pureza de esa primera intuición.